03 noviembre, 2012

Amritsar 30 oct




Soldado muuuuuy alto en la frontera con Pakistán.
Mi primera noche de hotel. Tras 30 horas en un tren nocturno, con camas, pero aquello parecía un tren que venía de la guerra, gente durmiendo por el suelo, otros no habían encontrado ticket y estaban sentados en el suelo durando las 30 horas. Mi cama fue okupada en varias ocasiones por periodos de 4 ó 5 horas por personas que no tenían ticket, y es que este es el estilo indio famoso.

El viaje fue ameno, jugando a las cartas y
charlando con los amigos de Nueva Delhi, volvían de un campamento religioso de Goa, son cristianos Sirios. Hasta entonces no sabía que había tantos tipos de cristianos. Eddy del Libano era cristiano Latin.
 Compañeros de viaje en el tren Mumbai - Amritsar. Mi cama es de la que cuelgan las zapatillas.
 Primo de Arsh, como es joven el pañuelo que lleva solo le hace un moño. Se supone que no se pueden cortar nunca el pelo.

En la tienda con parte lejana de la historia de India.

Para los 7 euros que pagué, las 30 horas estuvieron bien. Tras dormir en la ciudad, fui a ver el templo, impresionante. La gente, mayoría Sikh, y el rete giris como yo. Se supone que el templo es de oro, ummm, vale, aceptamos pato como animal de compañía. Se recorre en el sentido del reloj, puedes comprar una especie de arroz por 20 rupias, se lo das a la entrada, cogen un poco y te lo devuelven. Tras esperar unos 20 minutos vimos el templo, los 3 pisos que tiene, gente orando. Al salir te dan comida que debes comerte. Yo coincidí con una chica de Canada, que venía a ver a su familia en India, junto con su familia, unos 8, estuve viendo el templo, y dando vueltas. Gente muy maja, la verdad. Esta familia tuvo suerte y les dieron una habitación gratis para ellos, eso significa solo el suelo. Mucha gente dormía en los pasillos o los laterales del templo. Los giris teníamos nuestra propia habitación.

El cambio de guardia de la frontera es una locura, 100 rupias para llegar, 1 hora. Según la descripción de Lonely Planet, los soldados aquí son altos, fuertes y guapos. Zona para giris, y antes de empezar parece una discoteca, niñas bailando como locas, un animador de baloncesto enervando a las masas, que risas. Y luego el desfile con sus caras cabreadas que es puro teatro, está curioso.

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