18 septiembre, 2013

Songea y los amigos asiáticos. 16 sep

Comiendo en el Seed Farm Villa, Songea. Con Masa, Song, Yuki, Daisuke, y Kim.
La llegada a Songea fue curiosa, había dos japoneses esperando a Daisuke, compañeros de la organización en la que trabajan. Bajamos la bici del techo, los que ayudaron me pidieron de nuevo dinero, les dije que ya pague 4000 shilings, 2 euros, en Tunduru, pero insistían en tener el ticket, imagino que para reclamar su parte, no se.
Songea es una ciudad en una colina, subir y bajar es lo que se hace todo el día. La guess house donde me quedé es la Giseku, no tiene agua corriente pero tiene algo mejor, agua caliente en un tonel donde han hecho un invento
para meter un cilindro perpendicularmente donde ponen carbón. Un lujo.
El doctor operando a la llipsi bici.
El sábado fue un sábado propiamente dicho, estaba cansado de que mis días fueran todos eternos sábados, sin un lunes que significara ir a trabajar, pero tampoco disfrutaba los sábados en Tanzania, eran un día normal. Este fuimos a comer a casa de unos coreanos, subir una montaña cerca de Songea con vistas espectaculares, cena en un restaurante de lujo (10 euros por persona en vez del euro de rigor del arroz o ugali). Terminamos en un bar, donde es más un sitio donde ver fútbol europeo y beber cerveza a 1 euro. Y después de esto a dormir a las 11 de la noche, todo un logro.
Visitando las montañas cerca de Songea.


Con Masa, Song, Yuki y Daisuke el primer sábado de verdad que tengo en Tanzania.


Songea es una ciudad más cristiana que el resto, llena de iglesias, y organizaciones cristinas, como la universidad que hay, o los hospitales con nombres de santos. Se ve algún muzungu de vez en cuando, yo he visto 3 a parte de los colegas asiáticos, en 4 días. Songea es una ciudad tranquila, con electricidad la mayor parte del tiempo, y una tienda en plan europeo que llaman “minimarket”, a cuya dueña la estoy pagando los estudios universitarios de sus hijos y los hijos de sus vecinos, con la cantidad de helados de caramelo que me estoy comiendo. El trato es el mismo que en el resto de Tanzania, muchas veces ni me saludan, me dan la vuelta sin mirarme y de mala gana, y cuando voy al fondo de la tienda se levantan y se acercan por si voy a robar algo. Es verdad que mis pintas no son las más elegantes de la ciudad, pero no llego a ese punto, jeje. Se podría pensar que vienen por si tengo alguna duda, pero no se acercan si estoy lejos pero dentro de su campo de visión. Este es un detalle, pero en general la gente del sur, y de Songea son gente simpática, si hago fotos o vídeos no me gritan como en Bungu. Empiezo a descubrir quien habla inglés simplemente con las pintas que tiene vistiendo, y empiezo a saber como tratar a los Tanzanos. La sonrisa no es moneda de cambio, pero si muchos saludos, preguntar que tal, y sobre todo hablar en Swahili. Nunca ponerse nervioso y aunque el tío que te arregla la bici sea el mayor inútil después de Rompetechos, hay que sonreír, decirle que es un monstruo y darle las gracias por poner un radio retorcido. Ahiiii, cuanto hecho de menos a mi mecánico preferido mister Alshan... donde estará???, arreglándole la bici a otros buzungu?? me habrá olvidado ya??, que destreza poniéndome a punto los frenos... había que verle, que arte¡¡¡ Y tenía de todo, patas de cabra gordas, resistentes, de las que no he podido encontrar después en ninguna tienda de Tanzania.
Hasta en Songea llega Radio María.
                                   
El problema mayor de quedarse en una ciudad, donde hay lujos como luz en la habitación, y agua caliente, es que te aplatanas, y no quieres moverte, por lo que necesito moverme porque estoy comiendo en exceso y no lo quemo. Si encima hay una tienda con helados con forma de helado, no derretidos por un apagón de varias horas, ya la combinación es explosiva.

La salida sería a Malawi, hay dos formas, cruzando el lago Malawi, o dando un rodeo de unos 1000 km. Cruzar el lago es un ejercicio de confianza en Dios, y esperar que cuando llegues haya ferry. Nadie sabe nada, quien vende el ticket de bus al embarcadero dice que los viernes, una suiza con la coincidí en bici por Bungu, me dice que los sábados y los domingos. En internet dicen que 2 salidas al mes. También dicen que está en reparación y que debería estar listo para diciembre del 2012, sin que haya noticias de que nadie lo haya cogido desde entonces. Un bicicletero que hizo la ruta en 2012, me dice que cogió un barco de mercancías que transportaba azucar, llegando al pueblo por la noche, no muy recomendable, y lo hizo de Malawi a Tanzania, más fácil si te toca esperar, ya que en Malawi hay un pueblo al lado de la carretera y el lago, y en Tanzania no hay nada cerca, y son 2 días de bici desde Songea. La solución es subir a Mbeya y de allí bajar a Malawi en un par de días. Como voy pillado de días utilizaré en algún momento el bus o el coche de algún alma caritativa que me quiera llevar. Ya veremos.

En Songea estuve en una de las escuelas, mientras esperaba interminables minutos, que llegaron a ser horas, me dio tiempo a escribir, y esto es lo que pensé:
Me encuentro en Songea, en una de sus escuelas de secundaria. Aunque desde hace 1 hora no se si estoy en una escuela o en un centro de tortura. Una niña no para de llorar, está metida en un cuarto de la zona de oficinas de los profesores, en la puerta pone “students welfare” “bienestar del estudiante”. Pasando para ir al servicio, vi como un profesor esperaba en la puerta con una vara de las gordas, mientras dentro la voz de una mujer decía algo ininteligible y se oían golpes. Al salir del servicio el profesor ya no estaba, imagino que no se esperaba ver a un blanco y prefirió meterse a dar el relevo en la paliza a la chica de 15 ó 16 años, que quizás llegó tarde a clase, o con la ropa sucia después de andar 5km desde la ciudad por caminos de tierra, que es lo único que hay. Más tarde vi que la sala está llena de varas, al menos conté 7, las probé en la mano y me dolió, y eso que di con cuidado.
No se el motivo por el que pegaban a la chica, pero pegar con saña a chavales indefensos no se en que curso de pedagogía de la universidad de estudia. Luego me pide el subdirector que si les puedo llevar material deportivo para motivar a los alumnos a ir a clase, que cachondo¡¡¡. Si les traigo un bate de béisbol puede que no le den el uso que se supone.

Me cuentan mis fuentes, y son muy fiables, que en Tanga, al norte de Dar, han visto como un profesor se ponía un puño americano para pegar a los estudiantes. Muchos, según me cuentan, disfrutan realmente pegando a los alumnos, que si se tuerce el caso o están en una habitación a solas, puede tornarse en paliza, u otras cosas que ya no sé.
Escuela de secundaria de Songea.
                                  
Es curioso que lo más importante para aprender es un buen profesor, no hay duda sobre esto, y quien las tenga les puedo presentar a un par de profesores de alemán y francés que hacen que aprendas aunque no quieras. Por desgracia, un profesor malo hace que odies los estudios. Por lo que veo, el que tiene buenas notas en un colegio de secundaria de Tanzania, es que tiene muchas muchas muchas narices, no solo inteligencia para estudiar, si no para aguantar todo lo que le rodea, la violencia sádica, la cara de asco de los profesores que a mi personalmente me da un bajón enorme cuando les miro, prefiero no mirarles mucho que me roban mucha energía, jeje. El que cualquier error se castigue con varios azotes de vara, que el 80 o 90% de los alumnos reciban golpes todos los días, hay que ser muy muy fuerte para aguantarlo, por eso creo que lo que hace Educa Tanzania es muy importante, porque se les dice a los chavales que hay alguien que confía en ellos, y más aún, si el proyecto del colegio sigue para adelante, habrá un sitio donde podrán estudiar preocupándose unicamente de estudiar. Pensaba que era un inconveniente estar lejos de los padres, pero incluso eso puede en ocasiones ser un beneficio, después de ver varios abuelos borrachos rodeado de nietas o hijas pequeñas, y ver su forma de actuar. Hay chavales que lo dan todo por algo, que son los estudios y por aprender inglés, una persona con tantas ganas en Europa se comía el mundo, jeje.



3 comentarios:

  1. Fantástico Post David, da gusto leerte.
    Duras algunas cosas que cuentas pero no dejan de ser una auténtica realidad y como tal hay que contarla.
    Un abrazo y a seguir bien

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    1. La verdad es que es una sorpresa la forma de enseñar en Tanzania, me pregunto como será por India. Igual cuando estéis por alli, podéis hacer un post contando un poco como es la enseñanza :). Ya no os queda nada para marchar¡¡

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    2. Pues hasta ahora no lo había pensado pero me parece una idea cojonuda.
      Lo mismo te hacemos la competencia con esta temática que es super interesante!!!! Seguiremos hablando. Por cierto, en estos días te escribo a tu correo y te pregunto un par de dudas que tengo y que me puedes resolver. Y de paso te pasaré un link que seguro que te interesa para el blog. Un abrazo de buzungu a buzungu ;)

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